Acompañados por la Virgen

Durante una semana hemos tenido a la Virgen del Rosario de la Aurora en nuestra capilla. Su preciosa imagen nos ha acompañado a lo largo de todos estos días. Y, como despedida, la hemos acompañado en procesión hasta la iglesia de los carmelitas mientras rezábamos, haciendo honor a su nombre, el Rosario de la Aurora por nuestras calles. Hemos tenido la dicha de poder ser las propias Hermanitas quienes lleváramos las andas durante el recorrido. Ha sido un detalle muy bonito, que agradecemos de corazón. El recorrido ha sido un precioso, muy emotivo y lleno de recuerdos, por todos aquellos por quienes lo hemos ofrecido, y sintiendo la presencia cercana de toda la Iglesia, representada en los asistentes: un grupo bastante numeroso, que rezaba y cantaba con gran fervor. Al llegar a los Carmelitas, se ha celebrado la Eucaristía y en ella el sacerdote nos ha recordado que estamos ya muy próximos a la Semana Santa. La "única" semana que es Santa en todo el año. Si todas las semanas están llenas de acción,  en las que el mismo Jesús realizaba un montón de cosas..., dedicadas al "hacer", esta semana es la dedicada exclusivamente a la Pasión, al "padecer". Y se refirió muy expresamente a nuestros ancianitos, cuando muchas veces se quejan de que ya no pueden hacer nada...Porque ellos sienten que no sólo no pueden hacer nada, sino que tienen que "dejarse hacer" e incluso lo que les cuesta aún más: sienten que dan quehacer. Es muy importantes saber y ayudarles a entender que no por ello su vida pierde el valor. Al contrario, quizás la posee en más plenitud. Y es que es una etapa dedicada exclusivamente a la santificación: la de uno mismo y la de las personas que le cuidan. Que sepamos descubrir y transmitir ese inmenso valor

Que vivamos esta Semana Santa de la mano de María, e intentándonos unir cada día más a Cristo