Novena de la Santa Madre. Día 7: AMOR A LA VIRGEN

DÍA 7- AMOR A LA VIRGEN

Teresa Jornet es una enamorada de la Virgen. Tanto la vida de Teresa como la de la Congregación están presididas por la Virgen María.

Prueba de ello, ya desde los inicios, es que la Santa Madre emite su Profesión Perpetua el día 8 de diciembre de 1877, festividad de la Inmaculada concepción de la Virgen María. Bajo la mirada de la Virgen, pronunció su sí definitivo a Dios.

Todo el ministerio de la Virgen tiene un objetivo: dirigirnos a Cristo. Es como una flecha de luz indicándonos dónde se encuentra su Hijo. Aunque a Cristo podemos encontrarle de múltiples maneras, existe una absolutamente única: la Eucaristía. Por eso, el ministerio, la actividad de María es orientarnos a la Eucaristía.

Mirando a Jesús, vemos que siempre y en todas partes, es considerado como el Hijo de María de Nazaret. En las entrañas de María se ha hecho historia humana, y la historia humana se ha hecho más divina y eterna en Cristo, Hijo de María.

Teresa es una santa profundamente contemplativa del “Misterio de la fe”. Más aún: en este amor a la Eucaristía está el secreto de su santidad proclamada por la Iglesia. En su intuición contemplativa de este Misterio descubre el extraordinario cometido de la Virgen en la Historia de la Salvación. Esto explica hondamente que Teresa llevaba en su corazón el amor a la Virgen. Un amor auténtico, por eso no se queda dentro, sino que abre sus brazos entregándose a Dios y a los ancianos. El amor de Teresa a María siempre se traducía en amor a los demás. Hacía verdad lo que oía a María: “haced lo que Él os diga”. Este mensaje de la Virgen ponía en marcha a Teresa por los caminos del mundo para evangelizar y ser testigo de su amor a Jesucristo.

María ha sido la testigo fiel al querer  del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Con la fuerza del Espíritu, supo estar de pie ante la Cruz de Jesús crucificado. María es ejemplo  y testigo de santidad y mediadora transparente de santificación. El corazón de la santidad y santificación.



PENSAMIENTO DE LA SANTA MADRE      Yo no sé cómo dar gracias a Dios    



OFRENDA

Ofrecemos este vaso de agua, presentado por manos de uno de nuestros voluntarios. Que en cada gesto sencillo que se hace a favor del hermano, se hagan vida las palabras de Cristo: “Cuando deis un vaso de agua en mi Nombre, os digo que no quedará sin recompensa”. Que el Señor derrame todo su amor.

San Juan Pablo II, en una visita a América latina, hizo un retrato límpido de la Virgen, en el que los religiosos deben mirarse: “María es la imagen más viva y la realización más perfecta del seguimiento y de la consagración al Señor: Virgen, pobre y obediente, escogida por Dios, dedicada por entero a la misión de su Hijo. En Ella, Madre de la Iglesia, brillan todos los carismas de la vida religiosa. Que la Virgen del Magníficat os mantenga fieles a vuestra consagración y os haga generosos cooperadores de Cristo y de su Iglesia”.



PRECES PARA CADA DÍA

1-Por todos los voluntarios que colaboran generosa y desinteresadamente en nuestras casas, para que el Señor recompense abundantemente su labor, y les conceda todo aquello que más necesiten.

Que, por intercesión de la Santa Madre, se sientan felices al entregar su tiempo y su cariño a los demás; y colaboren sabiendo que lo que hacen no quedará sin recompensa, pues tiene su eco en la eternidad. Roguemos al Señor.



2-Por todos los bienhechores de nuestras casas, por los que ponen su tiempo, sus cualidades, sus bienes… al servicio de los más necesitados: para que el Señor bendiga su generosidad abundantemente.

Que, por intercesión de la Santa Madre, vivamos siempre la certeza de que, cuantos más pobres, más bienhechores; y a ellos les conceda descubrir que es al mismo Cristo a quien están ayudando. Roguemos al Señor.


(Se pueden añadir las que se consideren oportunas)



INVOCACIONES CANTADAS   



Pedimos, también, las gracias que queremos alcanzar por intercesión de la Santa Madre.



V. Porque todos nos sabemos hermanis, hijos de un mismo Dios, confiadamente nos atrevemos a decir: Padrenuestro...



ORACIÓN FINAL

V. Señor, Dios nuestro, que nos dejaste en Santa Teresa Jornet un ejemplo magnífico  de servicio a los ancianos desamparados, de confianza en tu Providencia y de gobierno maternal con las Hermanitas, concédenos que un día nos encontremos con ella  en el reino celestial. Por Jesucristo nuestro Señor.

(o bien) V. Oh Dios, que has guiado a la Virgen Santa Teresa a la perfecta caridad en el cuidado de los ancianos. Concédenos a ejemplo suyo, servir a Cristo en el prójimo para ser testimonio de tu amor. Por Cristo nuestro Señor. Amén



OBSEQUIO:
Que a ejemplo de Santa Teresa Jornet vivamos íntimamente unidos a la Santísima Virgen es ella la puerta del cielo siempre abierta que nos lleva a su divino hijo. (  Hacer jaculatorias marianas )



HIMNO      Honor a ti, dulce Madre Teresa   


* En tu pecho escondiste las penas     (Como curiosidad, os contamos que la letra de este himno fue compuesta por un ancianito, por lo cual se nos hace mucho más entrañable...)


* Canto para la Comunión compuesto con textos de la Santa Madre:   Qué hambre tengo de Ti