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Sun, 18 Aug 2024 08:38:19 +0000
Novena de la Santa Madre. Día 2: TERESA RESPONDE A LA LLAMADA DESDE LA ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS
DÍA 2- TERESA RESPONDE A LA LLAMADA DESDE LA ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS
La Palabra de Jesús, su persona han cautivado a Teresa. Como el joven rico del Evangelio y con mucha más sinceridad generosa que él, Teresa pregunta al Señor: ¿Qué me queda aún por hacer? Jesús le da la respuesta: “Ve, vende cuanto tienes, dalo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo, y ven y sígueme” (Mt 19,21-23). Teresa no se marchó como hizo el joven del Evangelio. Hace suya la Palabra del Señor y se pone en camino: Quiere ser testigo del Reino de Jesús. El amor que siente por Jesús es un compromiso de entrega que desborda en alegría. Es la experiencia gozosa de que su comunión, su encuentro con Jesucristo, es auténtico.
A la luz de la fe, Teresa saborea que su vocación es un regalo de Dios. Un Dios y Padre bueno, que ha firmado un pacto de amor con la humanidad. Ha sellado este pacto en su Hijo Jesús, en “la sangre de la nueva y eterna Alianza”. Cree firmemente que en el Amor de este “Hijo entregado”, ha sido elegido ella.
La fe de Teresa, bien cultivada y vivida día a día, culminará en lo más importante para ella: consagrarse plenamente a Jesucristo y servir a los pobres. El amor de Teresa, sólidamente cultivado, se transforma en seguimiento, en diálogo existencial con Jesucristo. La claridad vocacional de Teresa ha llegado a su sazón. Cree a fondo en Jesús y en el programa que presenta en las Bienaventuranzas.
Teresa se hace eco de la Palabra de Dios en la que encuentra luz y energías para afrontar las dificultades que le salgan a su paso: “Dios ha brillado en nuestros corazones, para que nosotros brillemos la gloria de Dios, reflejada en Cristo. Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados…” (IICor. 4,6-11) ¡Cuánto apoyo y consuelo experimentó Teresa con esta Palabra de Dios!
En medio de las dificultades de la vida, Teresa se crece, se reafirma, en esta convicción: Jesucristo será siempre el criterio principal de mi vida. Este amor a su Señor y el progresivo amor a los pobres, “los predilectos de Jesús”, reflejan perfectamente cómo vivió nuestra santa la Palabra de Dios: “Ellos vencieron en virtud de la sangre del Cordero, y por la palabra del testimonio que dieron, no amaron tanto su vida que temieran la muerte.” (Apoc. 12,11).
PENSAMIENTO DE LA SANTA MADRE Dios lo quiere así, yo también
OFRENDA
Te presentamos, Señor, esta Biblia, a la que estuvo tan vinculada siempre toda la vida de la Santa Madre. Te pedimos que así también, nuestras vidas, se dejen iluminar por tu Palabra y, desde ella, todo cobre un nuevo sentido, se transforme y renueve.
Apoyados en la Palabra de Dios, a la luz del testimonio de Santa Teresa Jornet, abrámonos intensamente a la Esperanza. Pidamos al Dios Fiel que nos ayude a vivir siempre en fidelidad, apoyados en Él. Vivamos nuestra alianza de fidelidad con Cristo. Recordemos las palabras de la Madre Fundadora: “Aprendan a tener un corazón grande en Dios y para Dios. Él les inflamará en Amor para que cada día le sean más fieles.” Digámosle: Quiero serte fiel, porque anhelo vivir y caminar en Ti, “Tú que eres el Camino y la Vida” que conducen al Padre. Cuento contigo, Señor, porque creo en tu fidelidad. Cuenta Tú conmigo, porque, apoyado en Ti, podré serte fiel hasta llegar al Padre, que es Amor.
PRECES PARA CADA DÍA
1-Te pedimos, Señor, que mandes muchos trabajadores a tu mies. Te pedimos que nos envíes jóvenes generosas dispuestas a entregar su vida por ti en la Congregación de las Hermanitas, que descubran la grandeza que encierra la sencillez de cada día. Que renueven su sí cada día, y descubran en cada persona el rostro de Cristo.
Que, por intercesión de la Santa Madre, avancen siempre hacia delante con la mirada y el corazón en el Cielo, descubriendo todo como regalo de Dios-Amor. Roguemos al Señor.
2-Te pedimos, Señor, por todas las Postulantes, Novicias y Juniores de la Congregación de Hermanitas: que el tiempo de formación les ayude a cimentar bien su vocación. Que experimenten que con Jesús, han elegido la mejor parte y no se dejen vencer por las dificultades y pruebas de la vida.
Que, por intercesión de la Santa Madre, sepan avanzar siempre hacia delante con grandeza de alma y generosidad de espíritu. Roguemos al Señor.
(Se pueden añadir las que se consideren oportunas)
INVOCACIONES CANTADAS
Pedimos, también, las gracias que queremos alcanzar por intercesión de la Santa Madre.
V. Movidos ahora todos por el mismo Espíritu que nos da Cristo resucitado, acudamos a Dios, de quien somos verdaderos hijos, diciendo: Padrenuestro...
ORACIÓN FINAL
V. Señor, Dios nuestro, que nos dejaste en Santa Teresa Jornet un ejemplo magnífico de servicio a los ancianos desamparados, de confianza en tu Providencia y de gobierno maternal con las Hermanitas, concédenos que un día nos encontremos con ella en el reino celestial. Por Jesucristo nuestro Señor.
(o bien) V. Oh Dios, que has guiado a la Virgen Santa Teresa a la perfecta caridad en el cuidado de los ancianos. Concédenos a ejemplo suyo, servir a Cristo en el prójimo para ser testimonio de tu amor. Por Cristo nuestro Señor. Amén
OBSEQUIO:
Dedicar algún ratito a leer la Palabra de Dios y meditarla, como María, en el corazón
HIMNO Nos quisiste, Madre Teresa
Como regalo extra de este día, si pincháis en la imagen de la Biblia, podréis acceder al vídeo Santa Teresa Jornet, buscadora de la Voluntad de Dios
La Palabra de Jesús, su persona han cautivado a Teresa. Como el joven rico del Evangelio y con mucha más sinceridad generosa que él, Teresa pregunta al Señor: ¿Qué me queda aún por hacer? Jesús le da la respuesta: “Ve, vende cuanto tienes, dalo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo, y ven y sígueme” (Mt 19,21-23). Teresa no se marchó como hizo el joven del Evangelio. Hace suya la Palabra del Señor y se pone en camino: Quiere ser testigo del Reino de Jesús. El amor que siente por Jesús es un compromiso de entrega que desborda en alegría. Es la experiencia gozosa de que su comunión, su encuentro con Jesucristo, es auténtico.
A la luz de la fe, Teresa saborea que su vocación es un regalo de Dios. Un Dios y Padre bueno, que ha firmado un pacto de amor con la humanidad. Ha sellado este pacto en su Hijo Jesús, en “la sangre de la nueva y eterna Alianza”. Cree firmemente que en el Amor de este “Hijo entregado”, ha sido elegido ella.
La fe de Teresa, bien cultivada y vivida día a día, culminará en lo más importante para ella: consagrarse plenamente a Jesucristo y servir a los pobres. El amor de Teresa, sólidamente cultivado, se transforma en seguimiento, en diálogo existencial con Jesucristo. La claridad vocacional de Teresa ha llegado a su sazón. Cree a fondo en Jesús y en el programa que presenta en las Bienaventuranzas.
Teresa se hace eco de la Palabra de Dios en la que encuentra luz y energías para afrontar las dificultades que le salgan a su paso: “Dios ha brillado en nuestros corazones, para que nosotros brillemos la gloria de Dios, reflejada en Cristo. Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados…” (IICor. 4,6-11) ¡Cuánto apoyo y consuelo experimentó Teresa con esta Palabra de Dios!
En medio de las dificultades de la vida, Teresa se crece, se reafirma, en esta convicción: Jesucristo será siempre el criterio principal de mi vida. Este amor a su Señor y el progresivo amor a los pobres, “los predilectos de Jesús”, reflejan perfectamente cómo vivió nuestra santa la Palabra de Dios: “Ellos vencieron en virtud de la sangre del Cordero, y por la palabra del testimonio que dieron, no amaron tanto su vida que temieran la muerte.” (Apoc. 12,11).
PENSAMIENTO DE LA SANTA MADRE Dios lo quiere así, yo también
OFRENDA
Te presentamos, Señor, esta Biblia, a la que estuvo tan vinculada siempre toda la vida de la Santa Madre. Te pedimos que así también, nuestras vidas, se dejen iluminar por tu Palabra y, desde ella, todo cobre un nuevo sentido, se transforme y renueve.
Apoyados en la Palabra de Dios, a la luz del testimonio de Santa Teresa Jornet, abrámonos intensamente a la Esperanza. Pidamos al Dios Fiel que nos ayude a vivir siempre en fidelidad, apoyados en Él. Vivamos nuestra alianza de fidelidad con Cristo. Recordemos las palabras de la Madre Fundadora: “Aprendan a tener un corazón grande en Dios y para Dios. Él les inflamará en Amor para que cada día le sean más fieles.” Digámosle: Quiero serte fiel, porque anhelo vivir y caminar en Ti, “Tú que eres el Camino y la Vida” que conducen al Padre. Cuento contigo, Señor, porque creo en tu fidelidad. Cuenta Tú conmigo, porque, apoyado en Ti, podré serte fiel hasta llegar al Padre, que es Amor.
PRECES PARA CADA DÍA
1-Te pedimos, Señor, que mandes muchos trabajadores a tu mies. Te pedimos que nos envíes jóvenes generosas dispuestas a entregar su vida por ti en la Congregación de las Hermanitas, que descubran la grandeza que encierra la sencillez de cada día. Que renueven su sí cada día, y descubran en cada persona el rostro de Cristo.
Que, por intercesión de la Santa Madre, avancen siempre hacia delante con la mirada y el corazón en el Cielo, descubriendo todo como regalo de Dios-Amor. Roguemos al Señor.
2-Te pedimos, Señor, por todas las Postulantes, Novicias y Juniores de la Congregación de Hermanitas: que el tiempo de formación les ayude a cimentar bien su vocación. Que experimenten que con Jesús, han elegido la mejor parte y no se dejen vencer por las dificultades y pruebas de la vida.
Que, por intercesión de la Santa Madre, sepan avanzar siempre hacia delante con grandeza de alma y generosidad de espíritu. Roguemos al Señor.
(Se pueden añadir las que se consideren oportunas)
INVOCACIONES CANTADAS
Pedimos, también, las gracias que queremos alcanzar por intercesión de la Santa Madre.
V. Movidos ahora todos por el mismo Espíritu que nos da Cristo resucitado, acudamos a Dios, de quien somos verdaderos hijos, diciendo: Padrenuestro...
ORACIÓN FINAL
V. Señor, Dios nuestro, que nos dejaste en Santa Teresa Jornet un ejemplo magnífico de servicio a los ancianos desamparados, de confianza en tu Providencia y de gobierno maternal con las Hermanitas, concédenos que un día nos encontremos con ella en el reino celestial. Por Jesucristo nuestro Señor.
(o bien) V. Oh Dios, que has guiado a la Virgen Santa Teresa a la perfecta caridad en el cuidado de los ancianos. Concédenos a ejemplo suyo, servir a Cristo en el prójimo para ser testimonio de tu amor. Por Cristo nuestro Señor. Amén
OBSEQUIO:
Dedicar algún ratito a leer la Palabra de Dios y meditarla, como María, en el corazón
HIMNO Nos quisiste, Madre Teresa
Como regalo extra de este día, si pincháis en la imagen de la Biblia, podréis acceder al vídeo Santa Teresa Jornet, buscadora de la Voluntad de Dios
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