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Wed, 01 May 2024 10:41:36 +0000
Profesiones perpetuas
8 fueron las Hermanas que realizaron su Profesión Perpetua aquí en Valencia
Aquí os compartimos un enlace del periódico de la Razón, que se ha hecho eco de la noticia
Y aquí os dejamos el enlace al la ceremonia de Valencia
Y aquí los nombres de las nuevas hermanas profesas, para que podáis rezar por ellas personalmente, encomendando al Señor todas sus intenciones, así como pedir para ellas la gracia de vivir en fidelidad la vocación tan grande a la que han sido llamadas
VALENCIA:
Sor Marcelina de San José Tambriz y Tambriz
Sor Sandra Rosalía del Corazón de María Son Roquel
Sor Deysi de la Divina Misericordia Becerra Núñez
Sor Mª del Rocío de Jesús Álvarez Domínguez
Sor Eva María de Cristo Rey Orduña Olalde
Sor Haydé de la Natividad de María Vargas Chocce
Sor Rosa Iris de Santa María Reina Matías Duri
Sor Sara Leandra del Niño Jesús Matías Duri
CÓRDOBA (ESPAÑA):
Sor Hermelinda del Corazón de Jesús Chutá Semeyá
LIMA:
Sor Ana Rocío de la Stma. Trinidad Coaquira Achaco
Sor Dora de la Eucaristía Heredia Vargas
Os dejamos aquí la Homilía de nuestro arzobispo, d. Enrique Benavent, por si queréis meditarla:
"La Palabra de Dios que acabamos de escuchar nos descubre el secreto de cada vocación. Es una iniciativa que no es nuestra: parte del Señor. Su llamada es de amistad. Nuestra respuesta es a su gesto de amistad con nosotros. La consagración religiosa es expresión de un deseo de responder a esa llamada. Queremos que cada día sea más fuerte. Le responden con un sí con toda la fuerza, que compromete toda su vida. Pedirle vivirlo con su gracia y amistad. La vocación a la vida consagrada sólo tiene sentido desde un camino de santidad, un camino de amistad con el Señor. En una segunda imagen, en el fondo, la consagración, es una amistad, un amor hacia el Señor, una entrega plena de amor de la propia persona y de la propia vida. Es el Señor quien nos lleva al desierto y nos desposa con Él. La iniciativa para la vida consagrada parte de Él.
Cuando una persona se siente amada, su corazón se siente transformado, porque el amor no queda fuera, llega al centro, al corazón. Y, cuando nos sentimos amados, se despierta en nosotros una capacidad y deseo de amar. La profesión religiosa es una manifestación de ese deseo, hasta el punto de entregarle todo nuestro amor y nuestra persona. Que vaya siempre de menos a más. El día de la profesión religiosa es de una alegría grande. Qué triste sería que fuera de más a menos. Lo normal es que vaya de menos a más. Que cada día sea más fuerte. Que nuestro deseo del Señor sea cada día más limpio, nuestra entrega más generosa… Pedirle al Señor que nos conceda mantenernos en esta alegría y que, nuestra alegría llegue a plenitud, si nuestro deseo de entrega, de servirle, de seguirle, sea cada día más fuerte. Es una gracia del Señor. Pídanle que les ayude a no perder nunca el sentido de su profesión.
Hoy van a profesar solemnemente los votos de pobreza, obediencia y castidad su seguimiento. ¿Quién puede vivir hoy esto? Sólo puede vivir la pobreza quien sabe que su riqueza es el Señor. Sólo puede vivir la castidad quien se ha enamorado profundamente del Señor; sólo puede vivir la obediencia quien no se reserva nada para sí mismo y pone su vida totalmente en Sus manos y en las manos de la Iglesia. La obediencia es la forma más grande de libertad. La pobreza es la forma más clara de manifestar que nuestra riqueza es Cristo. La castidad es la manera más clara de decirle al Señor que le ama únicamente a Él, y por Él, a todos los demás: a los ancianos, a quien tienen que entregar su vida, a las hermanas de comunidad con la que van a formar una familia. Y esto, ¿cómo se entiende? San Pablo nos lo recuerda en la 2ª lectura: todo lo estimo pérdida con tal de ganar a Cristo. Cuando de verdad hemos conocido a Cristo, todo nos parece poco con tal de alcanzar a Cristo. También aquí se entiende la vocación a la vida Consagrada. Sólo puede vivir en el deseo de alcanzar a Cristo quien antes ha conocido a Cristo en su corazón y ha sentido el deseo de seguirle. En mi vida, sólo vale la pena una cosa: alcanzar a Cristo. Para alcanzarle, puedo profesar la pobreza, castidad y obediencia. Para San Pablo, hay un antes y un después de haber conocido a Cristo: “olvidándome de lo que queda atrás, me lanzo a lo que está por delante”. La profesión religiosa marca también un antes y un después. La profesión es una renuncia. Una renuncia para alcanzar un premio mayor.
También la Virgen María lo vivió así: “Hágase en mí según tu Palabra”. Y, una vez que dijo que sí al Señor, ya no miró atrás. ya no se preguntaba si lo que había hecho era lo mejor, ya no dudaba. Una vez le dijo sí al Señor, ya no miró atrás. Uds hoy están muy contentas, llegan a una meta. Tenían ilusión porque llegara este día. Pero lo importante no es llegar: es perseverar. Olvidándose de lo que queda atrás, se lanzan a lo que está por delante. Como san Pablo, como la Santísima Virgen María. No dejen de mirar a la Santísima Virgen María, porque Ella les animará siempre en los momentos de dificultad y es el modelo que deben seguir siempre en su consagración religiosa. Que Ella les acompañe en todos los momentos de su vida"
En breve, os ofreceremos un bonito vídeo lleno de sorpresas. Y es que la Profesión Perpetua es un día muy, muy especial... ¡y da mucho de sí!
Aquí os ofrecemos un vídeo de las Profesiones Perpetuas de Valencia
Y aquí de las Profesiones Perpetuas de Perú
Aquí os compartimos un enlace del periódico de la Razón, que se ha hecho eco de la noticia
Y aquí os dejamos el enlace al la ceremonia de Valencia
Y aquí los nombres de las nuevas hermanas profesas, para que podáis rezar por ellas personalmente, encomendando al Señor todas sus intenciones, así como pedir para ellas la gracia de vivir en fidelidad la vocación tan grande a la que han sido llamadas
VALENCIA:
Sor Marcelina de San José Tambriz y Tambriz
Sor Sandra Rosalía del Corazón de María Son Roquel
Sor Deysi de la Divina Misericordia Becerra Núñez
Sor Mª del Rocío de Jesús Álvarez Domínguez
Sor Eva María de Cristo Rey Orduña Olalde
Sor Haydé de la Natividad de María Vargas Chocce
Sor Rosa Iris de Santa María Reina Matías Duri
Sor Sara Leandra del Niño Jesús Matías Duri
CÓRDOBA (ESPAÑA):
Sor Hermelinda del Corazón de Jesús Chutá Semeyá
LIMA:
Sor Ana Rocío de la Stma. Trinidad Coaquira Achaco
Sor Dora de la Eucaristía Heredia Vargas
Os dejamos aquí la Homilía de nuestro arzobispo, d. Enrique Benavent, por si queréis meditarla:
"La Palabra de Dios que acabamos de escuchar nos descubre el secreto de cada vocación. Es una iniciativa que no es nuestra: parte del Señor. Su llamada es de amistad. Nuestra respuesta es a su gesto de amistad con nosotros. La consagración religiosa es expresión de un deseo de responder a esa llamada. Queremos que cada día sea más fuerte. Le responden con un sí con toda la fuerza, que compromete toda su vida. Pedirle vivirlo con su gracia y amistad. La vocación a la vida consagrada sólo tiene sentido desde un camino de santidad, un camino de amistad con el Señor. En una segunda imagen, en el fondo, la consagración, es una amistad, un amor hacia el Señor, una entrega plena de amor de la propia persona y de la propia vida. Es el Señor quien nos lleva al desierto y nos desposa con Él. La iniciativa para la vida consagrada parte de Él.
Cuando una persona se siente amada, su corazón se siente transformado, porque el amor no queda fuera, llega al centro, al corazón. Y, cuando nos sentimos amados, se despierta en nosotros una capacidad y deseo de amar. La profesión religiosa es una manifestación de ese deseo, hasta el punto de entregarle todo nuestro amor y nuestra persona. Que vaya siempre de menos a más. El día de la profesión religiosa es de una alegría grande. Qué triste sería que fuera de más a menos. Lo normal es que vaya de menos a más. Que cada día sea más fuerte. Que nuestro deseo del Señor sea cada día más limpio, nuestra entrega más generosa… Pedirle al Señor que nos conceda mantenernos en esta alegría y que, nuestra alegría llegue a plenitud, si nuestro deseo de entrega, de servirle, de seguirle, sea cada día más fuerte. Es una gracia del Señor. Pídanle que les ayude a no perder nunca el sentido de su profesión.
Hoy van a profesar solemnemente los votos de pobreza, obediencia y castidad su seguimiento. ¿Quién puede vivir hoy esto? Sólo puede vivir la pobreza quien sabe que su riqueza es el Señor. Sólo puede vivir la castidad quien se ha enamorado profundamente del Señor; sólo puede vivir la obediencia quien no se reserva nada para sí mismo y pone su vida totalmente en Sus manos y en las manos de la Iglesia. La obediencia es la forma más grande de libertad. La pobreza es la forma más clara de manifestar que nuestra riqueza es Cristo. La castidad es la manera más clara de decirle al Señor que le ama únicamente a Él, y por Él, a todos los demás: a los ancianos, a quien tienen que entregar su vida, a las hermanas de comunidad con la que van a formar una familia. Y esto, ¿cómo se entiende? San Pablo nos lo recuerda en la 2ª lectura: todo lo estimo pérdida con tal de ganar a Cristo. Cuando de verdad hemos conocido a Cristo, todo nos parece poco con tal de alcanzar a Cristo. También aquí se entiende la vocación a la vida Consagrada. Sólo puede vivir en el deseo de alcanzar a Cristo quien antes ha conocido a Cristo en su corazón y ha sentido el deseo de seguirle. En mi vida, sólo vale la pena una cosa: alcanzar a Cristo. Para alcanzarle, puedo profesar la pobreza, castidad y obediencia. Para San Pablo, hay un antes y un después de haber conocido a Cristo: “olvidándome de lo que queda atrás, me lanzo a lo que está por delante”. La profesión religiosa marca también un antes y un después. La profesión es una renuncia. Una renuncia para alcanzar un premio mayor.
También la Virgen María lo vivió así: “Hágase en mí según tu Palabra”. Y, una vez que dijo que sí al Señor, ya no miró atrás. ya no se preguntaba si lo que había hecho era lo mejor, ya no dudaba. Una vez le dijo sí al Señor, ya no miró atrás. Uds hoy están muy contentas, llegan a una meta. Tenían ilusión porque llegara este día. Pero lo importante no es llegar: es perseverar. Olvidándose de lo que queda atrás, se lanzan a lo que está por delante. Como san Pablo, como la Santísima Virgen María. No dejen de mirar a la Santísima Virgen María, porque Ella les animará siempre en los momentos de dificultad y es el modelo que deben seguir siempre en su consagración religiosa. Que Ella les acompañe en todos los momentos de su vida"
En breve, os ofreceremos un bonito vídeo lleno de sorpresas. Y es que la Profesión Perpetua es un día muy, muy especial... ¡y da mucho de sí!
Aquí os ofrecemos un vídeo de las Profesiones Perpetuas de Valencia
Y aquí de las Profesiones Perpetuas de Perú
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