Más artículos de interés
Mon, 29 Jan 2024 16:31:01 +0000
Finalizamos las 40 horas
Dando gracias. Es el sentir de todas las que hemos participado. Ha sido una experiencia preciosa, única, irrepetible. Cada una atesora en su corazón todo lo que el Señor le ha ido diciendo y las alabanzas que han brotado a lo largo de estos días. Hemos tenido muchos ratitos para compartir con Él todo y a todos los que llevamos en nuestro corazón, y tantas y tantas intenciones…
Una gran solemnidad envolvía los actos litúrgicos. El altar, la custodia….ataviado con toda clase de detalles….¡¡¡los mejores!!! Manteles, candelabros….Unos floreros hechos con premura e ingenio, que parece que van buscando cómo llegar y cómo llevarnos al Señor. Y preciosas y solemnes melodías sacras (que podéis volver a disfrutar en el espacio de “Nuestra música”), que complementaban las profundas y enriquecedoras reflexiones de nuestros predicadores.
Entresacamos a continuación, algunas de las ideas principales que nuestro obispo Mons. Javier Salinas nos brindó en la homilía de la Eucaristía que presidió el día 27:
“Hacemos memoria del inicio de esta gran aventura. Pero no hacemos memoria sin más, sino que damos gracias por la acción de Dios, que actúa por nuestro medio, dando nuevas respuestas a nuevas situaciones. Al recordarlo, vemos que es el camino que tenemos que recorrer. Apoyadas en el pasado, nos abrimos al futuro para seguir siendo una respuesta. Hagamos de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede vivir la vida aisladamente. Se necesita una comunidad. ¡Qué importante soñar juntos! Santa Teresa y el padre Saturnino fueron una respuesta concreta para hacer realidad este sueño. Las Hermanitas son el rostro visible de ese sueño. Saber que estamos en una aventura, un gran camino que recorremos todos juntos. Y, para ello, tenemos nuestro equipaje:
1. Nuestra Congregación está unida bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados. Es quien inspira y acompaña nuestras obras.
2. Nuestro vivir es con la Iglesia, en la Iglesia. Siempre resuena el Evangelio de Cristo. Es decisivo para nosotros. No nos habla simplemente del futuro (que también, porque es anuncio de un mundo nuevo), sino que se hace presente en nuestra vida en los pobres y vulnerables. El Señor está con nosotros. Es a Él mismo a quien encontramos. ¡Qué motivación tan grande! El Apóstol San Juan nos recuerda que, si Cristo se ha entregado, nosotros también debemos amarnos y entregarnos unos a otros. Nuestra fe no es simplemente una forma de evadirnos de los problemas, sino de encontrar a Cristo en la realidad. Somos una única comunidad. Santa Teresa es el mejor comentario de los Evangelios, el comentario vivo. Una manifestación de su obra y santidad es que congregó a otras Hermanas, suscitó en otras la respuesta. “En la noche más oscura, surgen nuevos profetas. Los acontecimientos decisivos de la historia fueron inspirados, que nada dicen los libros de la Historia, sino que sólo lo sabremos en día en el que todo lo oculto será revelado” Santa Edith Stein.
3. Una misión que no se entiende sin los mayores y sin los enfermos. Son los protagonistas. No sólo reciben una ayuda, sino que ofrecen sus propias vidas. No sólo reciben la atención para el cuerpo, sino en lo más íntimo de sus almas. Son parte de esa familia y de esa historia. Con ellos también el Señor desarrolla su misión, y también unos con otros pueden hacer vida el Evangelio. Es una novedad fundamental de esta obra de Santa Teresa: visión familiar en la que todos se necesitan mutuamente, y se ayudan unos a otros para llevar adelante este sueño. El individualismo tantas veces nos visita…. Nuestra forma de vida es un testimonio para mucha gente. El Evangelio es sueño de una fraternidad. Una fraternidad que camina en la historia. Si amamos, estamos ya en Dios. Y somos gente de esperanza, a pesar de nuestros achaques, olvidos…
4. Nosotros, ante todo, celebramos la Misa. La Eucaristía es el hilo de oro que nos une a todos. Pasado, presente y futuro. La Eucaristía es memorial de Cristo, presente entre nosotros. Nos invita a desarrollar entre nosotros ese amor que anida en nuestros corazones. Que el testimonio de la Santa Madre nos ayude y su intercesión nos acompañe. La intercesión maternal de Ntra. Sra. de los Desamparados nos indique el camino del Amor para, con su ayuda y gracia, demos la vida por los demás”
Una gran solemnidad envolvía los actos litúrgicos. El altar, la custodia….ataviado con toda clase de detalles….¡¡¡los mejores!!! Manteles, candelabros….Unos floreros hechos con premura e ingenio, que parece que van buscando cómo llegar y cómo llevarnos al Señor. Y preciosas y solemnes melodías sacras (que podéis volver a disfrutar en el espacio de “Nuestra música”), que complementaban las profundas y enriquecedoras reflexiones de nuestros predicadores.
Entresacamos a continuación, algunas de las ideas principales que nuestro obispo Mons. Javier Salinas nos brindó en la homilía de la Eucaristía que presidió el día 27:
“Hacemos memoria del inicio de esta gran aventura. Pero no hacemos memoria sin más, sino que damos gracias por la acción de Dios, que actúa por nuestro medio, dando nuevas respuestas a nuevas situaciones. Al recordarlo, vemos que es el camino que tenemos que recorrer. Apoyadas en el pasado, nos abrimos al futuro para seguir siendo una respuesta. Hagamos de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede vivir la vida aisladamente. Se necesita una comunidad. ¡Qué importante soñar juntos! Santa Teresa y el padre Saturnino fueron una respuesta concreta para hacer realidad este sueño. Las Hermanitas son el rostro visible de ese sueño. Saber que estamos en una aventura, un gran camino que recorremos todos juntos. Y, para ello, tenemos nuestro equipaje:
1. Nuestra Congregación está unida bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados. Es quien inspira y acompaña nuestras obras.
2. Nuestro vivir es con la Iglesia, en la Iglesia. Siempre resuena el Evangelio de Cristo. Es decisivo para nosotros. No nos habla simplemente del futuro (que también, porque es anuncio de un mundo nuevo), sino que se hace presente en nuestra vida en los pobres y vulnerables. El Señor está con nosotros. Es a Él mismo a quien encontramos. ¡Qué motivación tan grande! El Apóstol San Juan nos recuerda que, si Cristo se ha entregado, nosotros también debemos amarnos y entregarnos unos a otros. Nuestra fe no es simplemente una forma de evadirnos de los problemas, sino de encontrar a Cristo en la realidad. Somos una única comunidad. Santa Teresa es el mejor comentario de los Evangelios, el comentario vivo. Una manifestación de su obra y santidad es que congregó a otras Hermanas, suscitó en otras la respuesta. “En la noche más oscura, surgen nuevos profetas. Los acontecimientos decisivos de la historia fueron inspirados, que nada dicen los libros de la Historia, sino que sólo lo sabremos en día en el que todo lo oculto será revelado” Santa Edith Stein.
3. Una misión que no se entiende sin los mayores y sin los enfermos. Son los protagonistas. No sólo reciben una ayuda, sino que ofrecen sus propias vidas. No sólo reciben la atención para el cuerpo, sino en lo más íntimo de sus almas. Son parte de esa familia y de esa historia. Con ellos también el Señor desarrolla su misión, y también unos con otros pueden hacer vida el Evangelio. Es una novedad fundamental de esta obra de Santa Teresa: visión familiar en la que todos se necesitan mutuamente, y se ayudan unos a otros para llevar adelante este sueño. El individualismo tantas veces nos visita…. Nuestra forma de vida es un testimonio para mucha gente. El Evangelio es sueño de una fraternidad. Una fraternidad que camina en la historia. Si amamos, estamos ya en Dios. Y somos gente de esperanza, a pesar de nuestros achaques, olvidos…
4. Nosotros, ante todo, celebramos la Misa. La Eucaristía es el hilo de oro que nos une a todos. Pasado, presente y futuro. La Eucaristía es memorial de Cristo, presente entre nosotros. Nos invita a desarrollar entre nosotros ese amor que anida en nuestros corazones. Que el testimonio de la Santa Madre nos ayude y su intercesión nos acompañe. La intercesión maternal de Ntra. Sra. de los Desamparados nos indique el camino del Amor para, con su ayuda y gracia, demos la vida por los demás”
